En este artículo continuamos nuestra serie sobre sexualidad y plantas afrodisíacas. En esta ocasión presentamos, junto a la maca y la pimienta, otra de las plantas fiscalizadas por el régimen internacional de control de drogas, la hoja de coca. A pesar de su prohibición en el comercio internacional, y gracias a la cláusula firmada en su momento por los países andinos, la hoja de coca se puede cultivar y consumir libremente en Perú y Bolivia. La defensa de su uso tradicional se ha convertido en bandera de la reivindicación de los pueblos originarios de esta zona del mundo.